Vida social: el Alt Empordà es una tierra viva, y su gente aún lo es más. La gran cantidad de entidades que organizan encuentros, actividades y espectáculos no son pocas (cantadas de habaneras y sardanas, por ejemplo). A esto se añade la gran cantidad de festivales de música que se celebran en verano en L’Empordà (l’Acústica de Figueres, el Festival Castell de Perelada...), y las innumerables ferias y mercados especiales, de un encanto rústico y artesano, que tienen lugar en los pueblecillos que hay en toda la geografía ampurdanesa (la Fira de la Cirera, la Mostra del Vi de L’Empordà,, por ejemplo). No muy lejos hay distintas ciudades que ofrecen mil y una actividades, espectáculos y eventos atractivos para el turista: Figueres, Girona, Banyoles, Olot...